La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia. Aristóteles

martes, 4 de agosto de 2009

El apamate florecido


Terminaba de revisar un texto, cuando me decidí cocinar unos vegetales al vapor para atenuar en algo la agresión de una pizza Prosciutto Fungui, con un trío de cervezas, con las que me había hecho la noche anterior en el paseo de la playa. Eran las 9 am, cuando al ir a correr el ventanal para darle a la brisa mañanera, la oportunidad de saludarme, pude darme cuenta que detrás del último edificio de mi conjunto, se asomaba, más de lo usual, el apamate; pero esta vez, cubierto de su nieve rosada y efímera que le resaltaba, más aún, por el brillo del sol y por el contraste del verdor renacido. Y lo único ausente sería la brisa que me dejó esperando para hacerme más feliz. Pero por fortuna, un casal de blancas palomas retozaban, como cachondas, sobre el tejado muy cerca de su copa… Y por cierto, las tres, muy erguidas.

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