La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia. Aristóteles

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Bodas de crudo





     Los dos viejitos, tan mayores como yo, habíanse sentado en una mesa justo para dos. El viejito antes habíase visto temblequear, quizás tanto como yo o puede que hasta algo más, pero también dubitativo. Su dieta, al parecer, era como la de los arrendajos.... La viejita se veía más paradita y demostrando ser víctima aún del deseo de placeres mundanos, pero muy callada y despreciativa con el viejito, que masticaba trocitos de patilla y melón, al mismo tiempo, exhibiendo una mirada demasiado lanzada hacia el más lejano horizonte. Y, tal viejito que también soy, y a mucha honra, quedé casi con la convicción de que la causa de aquel tan prolongado silencio mañanero, era que el temblequito viejito tenía quizás una avería de pronóstico reservado en su tarjeta de débito conyugal, razón por la que la viejita no había podido comprar.




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